Por: Fernando Peña, Consejero
El casco urbano de la Ceja tiene características buenas para el óptimo desarrollo
de obras civiles y de tránsito de actores móviles (vehículos y peatones). El
Municipio presenta una cuadrícula casi exacta en la conformación de sus
manzanas, topografía plana, fuentes de agua con retiros, facilidad de
conformación de vías dado que aún tiene espacio para proyectarlas. El nuevo
PBOT debe contener lo proyectado en esta materia para forjar una movilidad en
la que sea posible desplazarse en forma libre, ágil, segura y cómoda, pero
también para que los que necesiten agilidad la puedan conseguir.
Existen diversos factores que impiden un desarrollo en este tema, como
por ejemplo cuando el comercio informal se apiña en las calles en búsqueda de
la subsistencia y en detrimento del espacio público o cuando se crean
conflictos entre los vecinos. Lo anterior requiere campañas educativas para
cuidar los espacios públicos, de tal modo que surja el efecto de crear un
compromiso de pertenencia y de conservación.
Los andenes de La Ceja tienen muchas deficiencias para los
desplazamientos de los peatones, algunos son estrechos, no caben dos personas
caminando en un mismo sentido, no tienen continuidad, un sinnúmero de
altibajos; a veces son lisos, peligrosos para caminar; otras tienen obstáculos
por doquier; en fin, su tránsito se convierte en un viaje dantesco.
Hay aceras hasta de 30 centímetros en todo el marco del Parque
Central
Recientemente, el municipio ha mostrando grandes flujos de personas que
necesitan desplazarse por las aceras para sus actividades, ya sean laborales,
comerciales, turísticas, espirituales, sociales o meramente informales.
Las bicicletas son otro factor que impide la movilidad cuando
son parqueadas de cualquier manera.
Otro caso es también de que los setos que son sembrados inmediatamente termina
la zona verde, es decir, no respetan ningún retiro lo que hace que su espacio
de follaje obstruya la circulación de las personas.
Los lotes de engorde no solo descuidan su área de
construcción, sino que dejan que la maleza actúe e impida el desplazamiento
La obstrucción al peatón con vehículos estacionados
en las aceras y antejardines denota que los propietarios de los carros se
sienten superiores al peatón. Con esto se desconoce la acera como zona de
circulación para este tipo de agente de movilidad.
Las obstrucciones se dan no solo por los vehículos sino también por escombros,
basuras, postes, actividades de cargue y descargue de mercancía. En definitiva,
el peatón NO es primero en esta ciudad (sí, ciudad porque ya La Ceja dejó de
ser pueblo).
Las personas de capacidad diversa o limitada son demasiado
afectadas por los obstáculos y por los ciudadanos inconscientes de sus
limitaciones.
Los discapacitados o limitados físicos no tienen una ciudad diseñada
para su movilidad. Pocos andenes tienen rampas de acceso para personas con
problemas de movilidad sumado a la irregularidad de los andenes que los obliga a circular por la calle. Se deben
tener rampas en las esquinas para permitir el flujo de este tipo de población.
Estas escenas las encontramos con mucha frecuencia. Los “viejos” hacen un esfuerzo para
desplazarse en la ciudad, No hay comodidad, NO hay tranquilidad, NO hay seguridad.
Hay alturas en algunas aceras que
superan la contrahuella que máximo debe ser de 18 centímetros (aunque otros
recomiendan solo 14). Lo más correcto sería a nivel de la placa de circulación
de los vehículos. Son verdaderos muros que representan un auténtico obstáculo
para cualquier persona, los andenes de La Ceja.
La
incultura de los peatones, sumada a las
insuficiencias de los andenes, son
razones para que cada vez sea menos frecuente el uso de las aceras.
Por otra parte, las zonas suburbanas requieren peatonales para una buena
locomoción. Por ejemplo la zona del Tambo tiene un andén hasta los colegios
María Auxiliadora y Salesianos, pero es insuficiente debido al alto flujo de
colegiales que lo utilizan, igualmente la carrera 13 en el sector del BUL que
carece por completo de aceras. Es necesario implementar los andenes en estas
zonas dado que además de estudiantes, habitantes y deportistas, por allí se
desplazan discapacitados y personas de la tercera edad. Un ejemplo muy valioso
en este aspecto es el andén hacia la clínica San Juan de Dios. Una construcción
muy efectiva.
Algunos urbanizadores concibieron, con las exigencias de anteriores
gobernantes, unos espacios amplios para la circulación peatonal, que sirve de
ejemplo y se debiera replicar.
Este andén corresponde a Paruqe de La Floresta. Sin empezar a
construir y ya es posible ver andenes que NO cumplen con las normas.
El PBOT según acuerdo 013 de 2006 por medio del cual se revisa y se
ajusta el acuerdo 031 actualizado según el acuerdo 011 de 2009 en El Libro VII
sobre Manual de Urbanismo, en el Capítulo II Elementos y Características en su
artículo 227° sobre las especificaciones y secciones mínimas de vía dice: “El ancho mínimo de los andenes es de 1.50
mts”.
Dicha norma no se ha cumplido en proyectos ejecutados recientemente en
el Municipio como es el caso de: Nueva Escocia, Bosques de la Argentina, Villas
de La Argentina, Parques de La Floresta, La Aldea, y construcciones aisladas
que requerían la obra de circulación. La verdad es que todavía es pequeña la
dimensión de 1.50 metros. debería ser como mínimo de 2.00 metros. De hecho, hay
espacios en los que se puede aumentar esta distancia, por ejemplo, en los
parques lineales y en el parque.
Los Parque Lineales cuentan con buenas especificaciones para
empezar a consolidar estos diseños.
En reciente visita del CTP La Ceja a municipios como Cartago,
Salento o Pijao se pudo apreciar como la
movilidad peatonal es una prioridad. Andenes amplios, bien diseñados y trazados
de acuerdo a las necesidades de los transeúntes.
La Ceja necesita andenes de calidad y trazados bajo las más estrictas
normas de desarrollo urbanístico. Aceras por donde puedan circular madres con
coches, parejas, una persona que con su mochila sin golpear a nadie o comerciantes con su mercancía.
Escalas en los andenes
Las rampas de acceso a los garajes o puertas de residencia que requieren
guardar sus vehículos son otro factor limitante que no tiene control por parte
de las autoridades municipales. Son auténticas trampas aún para un trapecista.
Rejas y puertas estorbando al abrirlas. Si son
temporales, no habría mayor
inconveniente, pero si son un negocio donde el obstáculo es permanente, esto sí es un problema. NO deberían ser
permitidas.
Las administraciones municipales deben mostrar especial interés en este
tema, dado que de ello dependen factores tan importantes como la convivencia
ciudadana, desarrollos en temas turísticos y comerciales, bienestar y por ende
calidad de vida. Una ciudad con buena movilidad, es una ciudad amable.
Paralelamente a todo lo expresado anteriormente, existe otro aspecto de
igual relevancia y es el tema de cultura ciudadana, pues finalmente quienes
adelantamos obras de infraestructura ya sea en nuestras viviendas como las
constructoras que manejan proyectos macro, deben ceñirse a normas básicas de
respeto por el otro, por su movilidad, por su espacio, por su individualidad.
Cualquier obra de infraestructura debe plantear, además de las normas de
ley, el ejercicio mismo del convivencia, es decir, tener claridad hasta donde
mi actuar afecta a mi vecino y a mi comunidad.
Algunos grupos poblacionales miran y quieren que La Ceja sea un centro
turístico. Sin duda es una visión muy interesante, pero para ello no es
necesario hablar solo de hoteles ni de restaurantes, ni de atractivos turísticos
o de tantas otras fundamentaciones que requiere este sector. Se necesita hablar de movilidad tranquila y
segura y el meollo está en los ANDENES. A ello se refiere Enrique Peñalosa, es
alcalde de Bogotá “Para gobernar hay que tener
un pie en el presente y el otro por lo menos cincuenta años adelante” y
acota otra frase: “Muchas ciudades buscan
atraer turistas a sus carnavales y fiestas, otras a sus playas. Casi todas
olvidan que lo más que atrae a los turistas en todo el mundo son sectores
agradables para caminar y ver gente. Eso significa tener vías exclusivamente
peatonales, malecones, plazas, parques y andenes de alta calidad” Entonces,
amigos lectores esas dos ideas conjugan verdaderamente aquello a lo que debería
apuntarle La Ceja: Proyectar en el tiempo los andenes agradables para caminar.
El Parque principal de La Ceja se merece más espacio para
peatones y soporta menos espacio para vehículos.
De la mano de la movilidad peatonal va el equipamiento
La Legislación Colombiana, en el decreto 1538 de 2005 por el cual se
reglamenta parcialmente la ley 361 de 1997describe las vías de circulación
peatonal, las construcciones del mobiliario, cruces a desnivel, parques,
plazoletas, plazas, accesibilidad a edificios abiertos al público, entre otros.
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Paraderos de buses y taxis.
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Señalización para los peatones
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Reductores de movilidad, NO policías acostados.
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Campaña de civismo y educación vial.
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Creación de Puntos
de Encuentro, como espacios urbanos vinculados al sistema de movilidad
donde se realicen intercambios de medios de transporte entre usuarios de buses,
busetas y taxis, ciclo vías y peatones.
Nuestra ciudad es plana y con buenos paisajes, la hace muy grato caminarla.
Movilidad inteligente, ciudad y ciudadanos cejeños inteligentes
Luis Fernando Peña Londoño
Miembro Consejo Territorial de Planeación
La Ceja del Tambo